miércoles, 26 de mayo de 2010

..:: Dulce-Acrişor ::..

Muchas veces podemos llegar a olvidar.

Se olvidan grandes trozos de la infancia, algunas historias que solíamos leer. Se puede olvidar media semana pasada y aquello que dijimos ayer.

Hoy recordé algo, algo que muchos no creerían posible olvidar.
Por mucho tiempo permití que lo que antes era inocencia y dulzura, se tornara en una rígida acidez.

Olvidarse de los sentidos para evitar el vértigo de vivir, lo convierte a uno en mera herramienta utilitaria de una razón incompleta.

Basta una sonrisa
Un suspiro que explora
El agrio que ahora es dulce
Un diálogo entre manos
El sonido de una jarana
Y un son para el corazón