martes, 25 de enero de 2011

..:: Tijuana makes me happy ::..

Mañana se van mis amigos, vuelven a Tijuana después de varios meses de haber estado aquí.

Y justo ahora pienso de manera egoísta, que no quiero que se vayan, que mañana estaré con nudos en la garganta y lágrimas enjugadas; rehusándome a volver a casa solo.

Siento que un trocito de Tijuana vino con ellos y se quedará aquí creciendo más y más; pero también siento que un pedazo enorme de mí se va con ellos.

Nancy me dijo que volver es necesario, así que mientras trato de entenderlo caigo en la cuenta de que hace unos días era yo quien dejaba un lugar sin querer hacerlo. Lugares que uno encuentra como su hogar y quiere llevar consigo a todos lados.

Y es que hoy la vida me sabe a Zapopan y me sabe a los acentos del norte; las sonrisas tienen nombre al recordar a ¡Silvia, a Brenda o a Cindy!

¿Dónde está el hogar entonces?

¿Caminando por una calle, parado sobre la banqueta, cargando maletas de 50 kilos hasta desfallecer; mirando películas en una habitación, animando a un luchador técnico que no conoces o quizá dando vueltas simplemente hasta perderse?

Mi hogar está donde se encuentran aquellos que lo hacen sentir así y cuando se van se lo llevan consigo, sabiendo que también mi morada es la suya, sabiendo que siempre serán bienvenidos.

Mi hogar está en Guadalajara sobre una colchoneta; en los recuerdos de dos en Tijuana; en una clase de Inglés en Rumania o en una película taducida; en la nieve de Polonia; en Colombia junto a un Lucero, en una pequeña en Costa Rica.

Y al hogar siempre se le anhela, se le recuerda con nostalgia y siempre se quiere volver a él.

Gracias a ustedes, a todos ustedes por hacerme tan afortunado, por hacerme feliz.