..:: Nuestro azul faltante ::..

La fuerza de la derecha

¡Arr!

A nadie le resulta ajeno el nombre de Elba Esther Gordillo, presidenta vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) desde el siglo pasado (1989). Mujer quien a pesar de sus problemas para leer directamente de una hoja de papel, se da el tiempo para crear nuevos y pequeños partidos políticos, regalar 54 camionetas Hummer, así como ser una pieza clave en elecciones de pequeños cargos públicos y hasta presidenciales. Uno se pregunta dónde encuentra el tiempo para sus deberes educativos.

¿Pero qué pasaba con el SNTE antes de que figurara su nombre en él y quién era su anterior presidente?

Déjenme hablarles de un hombre nacido en Coxcatlán, San Luis Potosí, éste sí, maestro normalista egresado de la Escuela Normal Rural de Ozuluama en Veracruz y quien obtuvo posteriormente su título como abogado por parte de la UNAM. Permítanme contarles entonces, sobre Carlos Jonguitud Barrios.

Su trayectoria política consistió principalmente en ser el secretario particular de Manuel Sánchez Vite en 1952; secretario de Organización y de Acción Social del Comité Ejecutivo Nacional del PRI en 1970. Luego fue nombrado senador de la República en 1976, puesto que dejó el mismo año para ocupar la dirección general del ISSSTE (casualmente le ofrecieron uno mejor). Fue presidente del Congreso de Trabajo y gobernador de San Luis Potosí. Luego otra vez senador de la República en 1988 (Yo me pregunto quién permite que vuelvan a ser electos si ya botaron la chamba antes); bueno, hasta diputado fue.

Pero su historia en el SNTE comenzó cuando fundó un grupo dentro del mismo sindicato, llamado Vanguardia Revolucionaria del Magisterio (Si la idea era redundar ¿Por qué no le puso Vanguardia Progresiva Revolucionaria en Crecimiento para el Cambio?) Desde allí comenzó a ganar espacios en el sindicato hasta que logró desplazar a Manuel Sánchez Vite ¡Sí, el mismo de quien fuera secretario en 1952!

Hago una pausa para decir que Sánchez Vite, realizó muchas construcciones mientras fue gobernador de su natal Hidalgo. Ejemplos de esto son: una unidad universitaria, un tecnológico, una escuela normal en fin, inició la aparición de muchas, en verdad muchas instituciones educativas y el remozamiento de otras. Si fue corrupto o no, al menos en Hidalgo dejó algo bueno de qué hablar. 

Pero volvamos con Jonguitud Barrios, quien disfrutaba su mejor momento dentro del SNTE. Tal poder político tenía que podía influir en cosas importantes, por ejemplo, determinar una candidatura en el estado de Puebla por encima de la decisión del secretario de gobernación (Enrique Olivares Santana) y de amigos cercanos al presidente (en ese entonces López Portillo). Y cuando dije influir me quedé corto, él exigía que miembros de su grupo ocuparan posiciones dentro de la estructura política... ¡Esto debe ser un déjà vu para muchos!

En 1989 con todo y lagrimita en el ojo

Pero bueno, cuando todos pensaban que se nos andaba volviendo vitalicio en el cargo de presidente del SNTE. En 1989 el karma que acumuló con Sánchez Vite se le regresó, cuando Salinas de Gortari convocó a una reunión, aprovechando los problemas que comenzaron a darse dentro del sindicato y lo obligó a renunciar a su liderazgo. Solamente para darle el lugar a quien era su mano derecha (la del mismo Carlos Jonguitud) Elba Esther Gordillo.

¡Así es! Sólo arrebatándole el poder del sindicato pudieron quitarlo de su puesto como presidente. Esto nos hace pensar en la película Star Wars y la manera en que se daban las sucesiones entre los miembros del grupo de los Sith.

En conclusión, debemos esperar a que otro Lord o Lady Sith venga y nos quite a esta que ya tenemos. Y en estos días no debemos mirar muy lejos, sólo tenemos que observar cuidadosamente en su lado obscuro (¡Guácala!) a aquel que sea su mano derecha.

¿Quién dijo Lujambio, quién dijo Ebrard? Aunque esos ya no pueden; mientras no sea alguien con mucho gel en el copete...

Lo único seguro es que Elba Esther hace y hará uso de la fuerza para mantenerse donde está y que deben tomarse medidas para que esto no se vuelva un círculo interminable en detrimento de la educación en nuestro país.

Pomarańcza