-¿Por qué no presentar una reforma constitucional?
Pero otra idea mejor surge:
-¡¿Por qué no hacer una Comisión Nacional Anticorrupción?!
Total, qué cuesta presentarla en un hotel de la zona de Polanco. Después de todo, los comisionados que nombremos trascenderán sexenios y mejor aún, les haremos creer que será de carácter ciudadano. Después de todo, recientes estudios de Emilio Lozoya, Aurelio Nuño y Felipe Solís Acero demostraron mediante sus fuertes creencias que el problema de la corrupción no es un problema genético en los mexicanos. Sino un problema de diseño constitucional. Es eso o que nadie le hace caso a la Constitución como está. Pero seguramente es el diseño.
¡Ah sí! Y vamos a desaparecer la Secretaría de la Función Pública.
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Así es señoras y señores, quién va a saber más en materia de corrupción que los líderes actuales |
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Y ya que estamos de oferta, vamos a proponer algunos comisionados famosos |
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En pro de las agudas herramientas internacionales de derechos humanos |
Pomarańcza
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